Prevención, solución a la muerte materna
La principal estrategia del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) para disminuir los índices de mortalidad materna es el control prenatal, pues su modelo único en el mundo consiste en que todas las pacientes referidas son atendidas de acuerdo al padecimiento que tienen por un grupo de especialistas, compartió la Dra. Alejandra Orozco Guillén, médico adscrito a la Unidad de Cuidados Intensivos del Adulto (UCIA) del INPer.
Es por ello que el control prenatal no solo lo da el obstetra, sino que también hay neurólogos, nefrólogos, hematólogos, entre muchas más especialidades y sub especialidades, dando consulta prenatal “ése es el éxito del Instituto”, precisó el Dr. José Antonio Hernández Pacheco, médico adscrito a UCIA.
La muerte materna es la que ocurre durante el embarazo, parto y puerperio (seis semanas después de dar a luz); y de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta un año después.
La muerte materna no tiene predilección por ningún grupo de edad, sino por padecimiento y las principales causas en el mundo son la hemorragia obstétrica postparto, preeclampsia y sepsis. Incluso, existe un reporte de la OMS que indica que América Latina es la única región en el mundo en donde el aborto es la cuarta causa de muerte materna, indicó el Dr. Pacheco.
“Todos los estados que llevan a la muerte materna son perfectamente tratables como el choque hipovolémico, hemorragia parenquimatosa cerebral y lesión renal aguda. El 95 por ciento de las muertes maternas en México ocurren en hospitales, por lo que la mejor estrategia para abatirla es mejorar el control prenatal”.
Desafortunadamente, aunque se ha intentado copiar el modelo del INPer y replicarlo en los hospitales (obstétricos) de la mujer, en el interior de la República, no se ha logrado, debido a que no fueron diseñados estructuralmente para llevar un control prenatal multidisciplinario ni tampoco en la resolución multidisciplinaria del embarazo, advirtió el Dr. Pacheco.
La meta del milenio para muerte materna busca reducir la tasa en un 75 por ciento entre 1990 y 2015; y en México 22 por ciento.
Ambos especialistas coincidieron en que la prevención y la vigilancia continua es la mejor estrategia para reducir los índices de mortalidad materna en México y en el mundo y esto sólo se logrará mejorando el sistema en la calidad de atención y de diagnóstico.
La principal estrategia del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) para disminuir los índices de mortalidad materna es el control prenatal, pues su modelo único en el mundo consiste en que todas las pacientes referidas son atendidas de acuerdo al padecimiento que tienen por un grupo de especialistas, compartió la Dra. Alejandra Orozco Guillén, médico adscrito a la Unidad de Cuidados Intensivos del Adulto (UCIA) del INPer.
Es por ello que el control prenatal no solo lo da el obstetra, sino que también hay neurólogos, nefrólogos, hematólogos, entre muchas más especialidades y sub especialidades, dando consulta prenatal “ése es el éxito del Instituto”, precisó el Dr. José Antonio Hernández Pacheco, médico adscrito a UCIA.
La muerte materna es la que ocurre durante el embarazo, parto y puerperio (seis semanas después de dar a luz); y de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta un año después.
La muerte materna no tiene predilección por ningún grupo de edad, sino por padecimiento y las principales causas en el mundo son la hemorragia obstétrica postparto, preeclampsia y sepsis. Incluso, existe un reporte de la OMS que indica que América Latina es la única región en el mundo en donde el aborto es la cuarta causa de muerte materna, indicó el Dr. Pacheco.
“Todos los estados que llevan a la muerte materna son perfectamente tratables como el choque hipovolémico, hemorragia parenquimatosa cerebral y lesión renal aguda. El 95 por ciento de las muertes maternas en México ocurren en hospitales, por lo que la mejor estrategia para abatirla es mejorar el control prenatal”.
Desafortunadamente, aunque se ha intentado copiar el modelo del INPer y replicarlo en los hospitales (obstétricos) de la mujer, en el interior de la República, no se ha logrado, debido a que no fueron diseñados estructuralmente para llevar un control prenatal multidisciplinario ni tampoco en la resolución multidisciplinaria del embarazo, advirtió el Dr. Pacheco.
La meta del milenio para muerte materna busca reducir la tasa en un 75 por ciento entre 1990 y 2015; y en México 22 por ciento.
Ambos especialistas coincidieron en que la prevención y la vigilancia continua es la mejor estrategia para reducir los índices de mortalidad materna en México y en el mundo y esto sólo se logrará mejorando el sistema en la calidad de atención y de diagnóstico.
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